¿Hacemos un Documental?... ¡¡¡Hágale!!!

MEDELLÍN, COLOMBIA - 2019

MEDELLÍN, COLOMBIA - 2019

Soy Andrés González Robledo, músico y gestor cultural de profesión nacido en Manizales, Colombia. Soy hijo de dos profesores, Carlos González y Liliana Robledo, y el mayor de dos hermanos, siendo 3 años mayor que David. Cuando estaba en la mitad de mi carrera de licenciatura en música empecé a relacionarme con grupos de investigación del programa de diseño visual de la Universidad de Caldas. Allí empecé a componer música y sonido para proyectos audiovisuales y hacia el final de la carrera empecé mi propia empresa productora audiovisual llamada Marciano (y como buen emprendedor, fracasé).

Esto lo cuento porque desde hace varios años no trabajo en producción audiovisual sino en gestión cultural. Sin embargo, siempre me ha parecido muy interesante narrar historias mediante contenidos audiovisuales. Así, un día le dije a Valentina Montoya Robledo, mi prima, “¿Hacemos un Documental?” a lo que ella me contestó, “Hágale… yo no tengo ni idea de eso pero hagámosle.” y así fue como nació todo este cuento del documental Invisible y lo que ahora es el proyecto transmedia Invisible Commutes.


‘¿Hacemos un Documental?’ a lo que ella me contestó, ‘Hágale… yo no tengo ni idea de eso pero hagámosle.’ y así fue como nació todo este cuento del documental Invisible y lo que ahora es el proyecto transmedia Invisible Commutes.
— Andrés González Robledo

Una parte de llegar a ese “Hágale” tiene que ver con mi propio compromiso político y social, que está ligado al trabajo académico que ha hecho mi prima Valentina. Valentina es para muchos de los primos alguien que nos “jodió”, por así decirlo, pues nos puso la vara muy alta. Lo digo porque “a mucho honor”, ella es mi prima egresada de Harvard, una universidad que simboliza prestigio y personas destacadas. Aunque se podría estar “forrando en plata”, sus convicciones morales y feministas la han llevado por otros caminos para generar un verdadero cambio social, en especial para las mujeres, a quienes históricamente se les debe tanto. Valentina se ha destacado a punta de trabajo, inteligencia y berraquera, y nunca ha presumido de sus logros (Ojo, sin tampoco desconocer su valor pues ella sabe que las cosas se las ha ganado) sino que siempre ha sabido compartir con los que lo necesitamos. Eso lo guardo con cariño y agradecimiento pues siento que ha inspirado mi camino. 

Hace unos años, aunque yo sabía que mi super prima estudiaba en Harvard y que trabajaba desde hace años en temas alrededor del feminismo, un día me contó en detalle sobre su investigación acerca del impacto del transporte público en las trabajadoras domésticas. Este tema completamente académico me quedó sonando. 

Pero ¿porqué me quedó sonando? Cuando era pequeño tuve a mi lado a Luz Mila Patiño, alguien que sin ser familia de sangre, sería casi una tía, o como le digo yo, otra mamá. Ella habló en el primer segmento sonoro de Invisible Commutes. Desde su labor profesional y cariñosa, ella ayudaba a mi mamá a sobrellevar la carga de dos niños, trabajo y estudios de maestría, porque mi papá estaba estudiando un doctorado por fuera de Colombia. Gracias a Mila siempre he tenido gran afecto por las mujeres que se dedican a la labor doméstica, pues su trabajo no solo requiere profesionalismo sino la confianza y cariño de alguien a quien uno está dispuesto a darle, literalmente, las llaves de la casa. 


Gracias a Mila siempre he tenido gran afecto por las mujeres que se dedican a la labor doméstica, pues su trabajo no solo requiere profesionalismo sino la confianza y cariño de alguien a quien uno está dispuesto a darle, literalmente, las llaves de la casa. 
— Andrés González Robledo

Reinalda - Trabajadora Doméstica de Colombia

No sólo fueron mis afectos, sino que el tema del que me habló Valentina no era nuevo para mí. Muchas veces conversé con otras señoras que trabajaban donde familiares o conocidos, en especial en ciudades más grandes como Medellín o Bogotá. Me causaba mucha inquietud pensar en todas las dificultades que ellas debían enfrentar para llegar a sus trabajos. 

Pocas semanas después de hablar con Valentina, pensé que estas historias debían contarse. Ella ya venía recopilando testimonios y cifras, y por eso estaba seguro de que lo que yo había escuchado no eran casos aislados sino el problema de miles. Sabía que necesitaba a alguien con experiencia en cine. Inmediatamente llamé a Daniel Gomez, quien me había contratado como compositor años atrás para hacer la música de su cortometraje “Grandes Malabaristas”. Cuando le conté mi idea, él también me dijo con entusiasmo: “HÁGALE”. Y con tres hágale hemos logrado canalizar las historias de muchas trabajadoras domésticas que generosa y valientemente también quieren que las condiciones cambien. Ha sido un esfuerzo de más de dos años en los cuales le venimos trabajando a este reto para traer a la luz eso que por tanto tiempo se ha mantenido invisible. 

Hoy tenemos un teaser del documental, nuestra página www.invisiblecommutes.com, y nuestra cuenta de twitter @I_Commute_Too. Les invitamos a donar en nuestro Patreon y PayU, y a las trabajadoras domésticas a compartir las historias de sus recorridos, para que sus viajes dejen de ser invisibles. 

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